-
Reduce los costos de la energía y mejora las ventajas competitivas de la región.
-
Favorece el desarrollo de mercados regionales de bienes y servicios conexos a la energía.
-
Reduce la
dependencia de fuentes energéticas extrahemisféricas.
- Permite
reducir distorsiones de
precio entre distintos
combustibles.
-
Fortalece el comercio intraregional.
- Estimula un
mejor aprovechamiento de las interconexiones existentes.